San Judas Tadeo, amado siervo de Dios, por este camino de la vida, tu que sabes de mis alegrías, sufrimientos, penas y amarguras que entristecen mi vida y alma; ante ti pongo lo que me oprime de noche y de día; haz tuya esta penaria.
Lava mis angustias y dolores, permite que renazcan la paz y la alegría en mi corazón. Le pido a Dios que las envíe gracias a ti, en quien tengo puesta toda mi confianza.
Bendito sea el sagrado corazón de María. Bendito sea nuestro Señor Jesucristo. Bendito sea San Judas Tadeo por todo el mundo y toda la eternidad.
Amén
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